(Mail recibido en dinamo1009@hotmail.com el 17/11/08)
Hace unos días accidentalmente escuché a los conductores del programa de la tarde hablar de la película del Che y de los hippies. Nunca pensé que un programa de radio despertaría en mí bronca y susceptibilidad.
Voy a contarles la historia de mi hijo Daniel. Nació en el tercer año de mi matrimonio con Fernando y durante toda su educación primaria y secundaria (colegio Belgrano y Bachillerato Humanista respectivamente) fue un excelente alumno. A la hora de iniciar una carrera universitaria convenimos que la mejor opción era la Universidad de Palermo. Sin embargo antes de partir decidió pasar el verano recorriendo el país.
No sé que sucedió exactamente, tal vez fue la carpa, quizás las fogatas, en una de esas la comida enlatada o los baños de las estaciones de servicios. Tres meses después, mi impecable hijo había cambiado.
En febrero un joven de cabello largo y mirada divagante golpeaba la puerta de casa. Era Danielito!!! Pero a la vez no era el mismo…
Su comportamiento era distinto: se rehusaba a nuestros jabones de glicerina y el shampoo de heno (en realidad se rehusaba al agua misma), hablaba de cosas extrañas: semillas, hilos encerados y puntos de macramé. Llevaba siempre consigo una especie de cartera marrón llena de pinzas y piedritas de colores, insistía “trabajar” con eso.
Lo peor de todo era cuando nos visitaban nuestros amigos…
Hace unos días accidentalmente escuché a los conductores del programa de la tarde hablar de la película del Che y de los hippies. Nunca pensé que un programa de radio despertaría en mí bronca y susceptibilidad.Voy a contarles la historia de mi hijo Daniel. Nació en el tercer año de mi matrimonio con Fernando y durante toda su educación primaria y secundaria (colegio Belgrano y Bachillerato Humanista respectivamente) fue un excelente alumno. A la hora de iniciar una carrera universitaria convenimos que la mejor opción era la Universidad de Palermo. Sin embargo antes de partir decidió pasar el verano recorriendo el país.
No sé que sucedió exactamente, tal vez fue la carpa, quizás las fogatas, en una de esas la comida enlatada o los baños de las estaciones de servicios. Tres meses después, mi impecable hijo había cambiado.
En febrero un joven de cabello largo y mirada divagante golpeaba la puerta de casa. Era Danielito!!! Pero a la vez no era el mismo…
Su comportamiento era distinto: se rehusaba a nuestros jabones de glicerina y el shampoo de heno (en realidad se rehusaba al agua misma), hablaba de cosas extrañas: semillas, hilos encerados y puntos de macramé. Llevaba siempre consigo una especie de cartera marrón llena de pinzas y piedritas de colores, insistía “trabajar” con eso.
Lo peor de todo era cuando nos visitaban nuestros amigos…
6 oyentes opinaron.:
Habla del Faaaaso!!!
jajajajajajajajaja q culiaooo este pomelo jajajajajajaa
ah hola sabes q paso solo se encontro solo con otra situacion de vida supo danvular en el camino de sobrevivir por si mismo y bueno eso esta bueno ...pero q tan bien sepa q tan solo de eso no se vive ... solo q ahora tiene q reflexionar y buscar en verdad q le gusta hacer ,,como para poner un punto medio ...bueno nos vemos---
te la hago facil
se frustro con la cara llena de granos se hizo crecer la barba , el pelo , se aplico las sandalias , agarro sus pachulis y se fue al pingo a fumar porro y tirar flores por el mundo
osea se hizo hippie!
Espero la pt 2 para opinar en serio.
Pero he re conocer que aunque parezca raro me parece el argumento de una película argentina de los 70's o 80's, esa en que los hippies eran graciosos, esas que daban en volver o en canal 13 a la tarde los fines de semana... @___@
Como me dieron ganas de escuchar tiempos metálicos de V8
"¡El jipi es Puto! Se escribe hippie o hipy, pero se dice jipi. Como sebenat que se escribe Seven up, pero se dice Sebenat!"
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