El que abandona no tiene premio. (llegó la nota!...)

Tandil (allá, a 30 hs. en auto, a 2000 km. de Salta) fue el lugar elegido esta vez por el Indio Solari. Un poco más de 50.000 almas ricoteras se dieron cita al hipódromo de Villa Aguirre.
Desde los distintos accesos a la ciudad, carteles señalizadores y pasacalles, daban cuenta de la minuciosa organización para el show. Ya en inmediaciones al Hipódromo lo confirmaban vallados, personal de seguridad (600 para ser exactos) y folletos informativos.
Eran las primeras horas del sábado, y a pesar de la niebla, se respiraba el clima de alegría mezclada con ansiedad que anunciaba la misa ricotera. Así, durante el día una peregrinación de micros, combis y autos particulares llegaban desde todos los puntos del país -e incluso gente de Uruguay dijo presente.
A las 21.30hs. se apagaron las luces y se desató la ansiada fiesta. El show abrió con “Pedía temas en la radio”, “Ramas desnudas” y “Martinis y tafiroles”. Entre estos primeros temas se pudo oír a un anfitrión agradecido por la presencia de su público a quien recomendó:“Seamos buenos con Tandil, que ha sido muy hospitalaria con nosotros” y no tuvo reparo en confesar “Van a tener que ayudarme porque mi salud no está en la mejor versión”.
“Ahora una que sepamos todos”, anunciaba los primeros acordes de “La hija del fletero” y continuó con “El infierno está encantador esta noche” y “Rock para el negro Atila”.
En resumen podemos decir que presentó todos los temas de Porco Rex -excepto “Veneno paciente”-; tres de su primera placa solista, El Tesoro de los Inocentes; y once recordando su paso por los Redondos.
El Indio Solari, junto a los Fundamentalistas, tuvo una performance impecable y renovó esa especie de romance utópico con el público. El guitarrista Baltasar Comotto, con solos en “Y mientras tanto el sol se muere” y “Vuelo a Sydney”, se desempeño brillantemente y emocionó hasta las lágrimas a algunos de los presentes.
Para el final no pudo faltar “Jijiji, el pogo más grande del mundo” y las palabras de la despedida fueron: “El que abandona no tiene premio, nos vemos el 27 de septiembre en San Luis"

Como reflexión última nos quedan dos cuestiones: qué tan aventurada es la pregunta ”¿con que sorpresa nos encontraremos en San Luis?” y, no es más aventurado aún, el rumor casi estridente que el 29 de agosto Skay Beilinson se presentaría en Salta?

Por Mónica Cuellar