Pura polenta.

Me duelen las piernas, carajo. Algo tengo que hacer con mi deteriorado estado físico. Porque estuve, qué se yo… los últimos cuarenta minutos del show (del increíble show, debo decir) de Sancamaleón saltando y ahora sufro las consecuencias de la nula actividad que mi ocioso cuerpo suele tener.

Podría mentirme a mí mismo y decir que en realidad el recital fue increíble y por eso estoy agotado. No es que yo estoy para atrás. Y sería un buen argumento, porque lo que brindaron anoche los Sancamaleón, en el marco de la gira presentación de su segundo disco, "Polenta", va a ser recordado un buen tiempo.

La noche, en realidad, fue completa desde el principio. Desde que comenzaron a pasar un dvd de Manu Chao en vivo, que empezó a calentar el ambiente de Beel Zebul.

Alrededor de las diez de la noche, dos horas después de lo anunciado (bueno, a Say No More lo esperan más tiempo, a veces), Los Guayaberos abrieron la fecha. Hay que decir que la banda tucumana (que tiene ¡20 años! de carrera) sorprendió a todos. Sonaron ajustados, con buenas canciones y una onda enorme, que hizo que la gente termine bailando delante del escenario, cuando habían comenzado viendo el show sentados, al fondo.

Un rato después del set de los tucumanos, comenzaron los Luca Makonia, que dieron un recital al palo, con la gente acompañando de la misma manera, como siempre. El trío presentó canciones de su próximo disco ("que va a salir... más adelante") y sus temas de siempre que dejaron preparado al público para lo que se venía.


"Hola, somos Sancamaleón", dijo Federico Cabral, el cantante del combo antes de arrancar. A partir de ese momento, el grupo justificó por qué la prensa los señaló en el momento de su aparición en los medios (alrededor de 2001) como una de las bandas más interesantes del under nacional.

La energía de la banda, más la que brindó el público convirtieron la noche en inolvidable, porque ahí uno se puede dar cuenta de que no hace falta tanta parafernalia para que un show sea muy bueno. Un poco como decían los primeros punks ("basta de hielo seco y luces", etc.) a fines de los 70.

"Quieren todas, eh", dijo Federico cuando el público no paraba de gritar pidiendo canciones. Como después declararon los chicos de la banda, la gente nos los dejaba ir, y ellos tampoco querían terminar. Pero el final llegó, cuando "El camino" terminó y todos se fueron, doloridos (ay...) pero felices.

Que se repita.

Por Federico Anzardi.

Fotos: Violeta Gil.

1 oyentes opinaron.:

Anónimo dijo...

Fue un buen recital. Supero al primero pero los dos fueron similares.

Es una lastima que la banda sea tan poco conocida, ojala que con cada presentación se acerque mas gente. Aunque como bien lo supo demostrar arbol (aquí mismo en nuestra ciudad) lo que se necesita realmente es un par de hits en la tv y en la radio...