Tenías razón, Favio.


No sé, yo nunca hice un comentario sobre teatro. ¿Qué puedo decirte de la presentación de Favio Posca anoche en el Huerto? Lo primero que viene a mi mente es: si preferiste quedarte en tu casa porque estaba frio, o si tenías la guita para pagar la entrada pero te pareció que no valía la pena, bueno, dejame decirte lo siguiente: jodete. Te perdiste un espectáculo increíble, que vale la pena hasta el último centavo de la entrada (aparte no era una banda en un barcito, man, era obvio que iba a estar caro).
Tal cual le dijo el propio Posca a Luis Alderete el miércoles en el aire de Dínamo, fuimos y nos cagamos de risa. Desde que arrancó la obra con el Perro, su personaje más reconocido, hasta que terminó, con los créditos finales en la pantalla instalada en el medio del escenario (dejame insistir), nos cagamos de risa como hacía bastante no sucedía. Voy a decir algo que hasta a mí me parece exagerado, pero es la verdad: me cagué de risa con Posca mucho (pero mucho más) que con Capusotto y Alberti el año pasado. No estoy diciendo que sea mejor espectáculo, ni peor tampoco. Pero es la realidad.
Además, todos estábamos espectantes. Sabíamos que el Posca del teatro no tenía nada que ver con el de la tele o la radio. Hasta él mismo había dicho que por esa razón, mucha gente se iba de sus shows antes de que termine. De hecho, yo tenía dos señoras bastante entradas en años sentadas delante mío y estuve pendiente de ellas un poco, porque mi prejuicio me decía que "éstas viejas se levantan y se van al toque". Cuando arrancó el espectáculo y Posca empezó con eso de "culo, concha" (no voy a revelar muchos detalles, porque en una de esas podés ir a verlo en otro lado) las viej.. las señoras se miraban, como diciendo "¿qué es esto?". "Se van en veinte minutos", pensé. La cosa es que nunca se levantaron. En un momento, casi al final de la obra, Posca, encarnando a un travesti, aconseja a las señoras mayores el sexo oral, ya que "sin dientes es genial". Y una de las muchachas de la tercera edad, muy por lo bajo, se reía bastante, cuando al principio no se movía más que para mirar a su compañera. Eso me terminó de convencer de la calidad del espectáculo. Porque le gustó a todos. Fueron dos horas geniales, que vale la pena volver a ver.
De última, si no fuiste, te queda You Tube. Pero dejame decir algo nuevamente (ya habrás notado que estoy un tanto repetitivo): qué bueno que fue estar ahí, me cagué de risa.



Por Federico Anzardi.

3 oyentes opinaron.:

Anónimo dijo...

Pfffffff.......

Anónimo dijo...

Divertido, escatológico, explícito, humor fácil pero muy divertido. Apeló a la incomoda identificación y eso dennota su inteligencia para los negocios.
Todos nos "cagamos de risa", sin embargo dudo q amerite una reseña taan efusiva como la de Anzardi.

Victoria_76 dijo...

mmmm......dudas de tan efusivo comentario? evidentemente jamas te cagaste de risa con todo lo q eso significa...o sentiste algo tan intensamente....en fin...
es la norma de hoy dia: "sean tibios" parece ser q les dijo alguien...
Y AGUANTE "EL FEDE"!!!